La comida no es lo que era antes
¿Has escuchado alguna vez esta frase?
Generalmente es una frase recurrentemente dicha por personas mayores.
Pero ¿te has puesto a pensar si tienen razón?
¡Tristemente he de decirte que más de la que nos imaginamos!
Hoy en día los alimentos tienen una procedencia para muchos dudosa, para otros sin importancia, y también existen los que se interesan de una manera prioritaria de qué es lo que nos llevamos a la boca y de dónde proviene.
¡Y yo agradezco por su existencia!
Pues es gracias a ellos que despertó mi inquietud y necesidad de conocer de dónde y cómo son producidos los alimentos que llegan hasta mi mesa.
Esos alimentos o productos con los que alimento mi cuerpo y a mi familia.
Soy de la época en la que se visitaba a los abuelos en pueblos o ranchos, podía ver cómo se sembraban y cosechaban algunos alimentos, vi a las vacas pastando y caminando libres bajo el sol, vi a las gallinas ser alimentadas con hojas y granos, esas hojas que procedían de la tierra limpia, al igual que vi a los cerdos siendo libres dentro de su corral, pero aun cuando era un corral tenían espacio para moverse. En general un simple guisado de vegetales era una comida saludable mucho más nutritiva que el día de hoy aún contando con los mismos elementos.
Hoy en día la producción de alimentos provenientes de la tierra está basada en composiciones químicas, manipulaciones genéticas, fumigantes y fertilizantes muy nocivos para el hombre, algunos incluso cancerígenos, en tierras desgastadas y ya carentes de los nutrientes propios, sumado a una cosecha temprana y una maduración en bodegas lo que las hace no tener el dulzor y color que sólo el sol les da, y rematamos con una cera que les ponen para que luzcan apetecibles.
Los animales son alimentados con combinaciones químicas y harinosas lo que provoca que crezcan de manera anticipada, encerrados en espacios asfixiantes, sometidos a estrés y a excesos de antibióticos y anabólicos, alejados de las vitaminas y los minerales que sólo la tierra y el sol proporcionan.
¿Ahora dime tú, crees que la comida es lo que era antes?
¡En definitiva no lo es!
Y esa es la razón de los nuevos conceptos de comida que hoy escuchamos tanto: orgánico, de libre pastoreo, libres de hormonas, suplementos, complementos, etc.
¿Y qué quiere decir todo esto?
Traducido en palabras simples es: La comida no es lo que era antes porque carece de los elementos de nutrición con los que antes contaba.
Y si a eso sumamos la poca variedad de ingredientes en la preparación de los platillos, la alta popularidad de la comida rápida y la industrializada, (ésta última es la más carente de nutrientes y a su vez la más dañina para nuestra salud dado su alto índice de químicos que alteran tanto a nuestro sistema nervioso como al digestivo, pero de eso les contaré otro día) y así podemos seguir sumando factores para coincidir con el título de éste artículo. No es mi intención espantarte o llevarte a tener temor de la comida, pero si puedo incitarte a algo, sería a que busques una alimentación saludable, buscando los elementos que nutran de manera integral tu cuerpo y el de los tuyos, notarás una gran mejora en tu salud.
“El destino de las naciones depende de la manera en que se alimentan”.
J. A. Brillat-Savarin
“La alimentación es saludable cuando favorece el buen estado de salud y disminuye el riesgo de enfermedades crónicas relacionadas con ella.”
A. J. Calañas-Continente, 2005
Lourdes Guadalupe Garcia Díaz
lourdes.garcia@suplementonatural.com
Las opiniones vertidas en este artículo de blog son responsabilidad de quienes las emiten y no representan, necesariamente, el pensamiento de nuestra organización.
¿Conoces qué es el ciclo circadiano? Te invitamos a que lo conozcas ve el siguiente artículo …
Referencias:
Calañas-Continente, A. J. (2005). Alimentación saludable basada en la evidencia. Endocrinologia y nutricion: organo de la Sociedad Espanola de Endocrinologia y Nutricion, 52, 8–24.
